martes, 4 de diciembre de 2012

Para Pablo



Rosas que son homenaje de diciembre



Para Pablo Menicucci, a quien pude despedir en Mar del Plata mediante el gesto simbólico de arrojar pétalos de rosas blancas al mar, llené de rosas mi casa en diciembre, que es el mes donde las rosas explotan de colorido e intensidad.
Atesoro un calendario inglés que Pablo me regaló hace unos años, donde muchos artistas pintaban rosas y variedades tan magistralmente como lo podemos ver en los papeles de pared que producen los mismos ingleses. Se había inspirado en una de ellas, tan bella y transparente en su trazo de acuarela, a la que llamó simplemente ROSE, como le gustaba jugar con las palabras en francés en sus obras.
Mientras caminaba por la ciudad donde Pablo vivió y trabajó, todo me hacía recordar nuestras charlas, los espacios que compartíamos en el centro, sentados en la Peatonal mirando la gente, una pasión que era habitual en él, con toda la variedad infinita que puede verse en una ciudad "invadida" como Mar del Plata.
Las flores, en todas sus variantes y esplendores, y las bocas, sonrientes o en una carcajada congelada, son un sello propio. Cuando cumplí los cincuenta, Pablo vino a casa en Buenos Aires a compartir conmigo y amigos la íntima celebración. Se disculpó porque no tenía mucho dinero para hacerme un regalo importante según él, pero me trajo una enorme flor roja de tela con una caja impresa con una niña llena de flores que contenía unas galletas importadas. Tengo las dos en casa bien cerca y le dedico un pensamiento tierno cada vez que fijo la vista en ellas.
En breve, la Boca de Menicucci comenzará el periplo junto a la muestra POP Contradicciones para desembarcar en Bérgamo, Italia. Me llena de alegría saber que si pudiera hablarlo con él, se pondría súper contento con este viaje. Italia donde vivió un tiempo, era su pasión al igual que París o Londres.
Y preparo mientras miro la belleza de esos rojos intensos, la muestra homenaje que estamos proyectando en Mar del Plata para 2013.
Amigos por siempre!