Dos versiones de una obra maravillosa que toman el concepto de trama y lo llevan a diferentes interpretaciones. Norma pacientemente enrolla publicidades de hipermercados y otros, y los transforma en unos planos ópticos que funcionan casi a modo de caleidoscopio. Pupi hace de materiales diversos y heredados, compartidos y desechados, unas piezas que se dejan atravesar por el aire, tanto si penden del techo como si dejan ese glamour en pequeños zapatitos de mujer. En Ofelia, en todo su esplendor.viernes, 8 de julio de 2011
Pupi Rymberg y Norma Catan
Dos versiones de una obra maravillosa que toman el concepto de trama y lo llevan a diferentes interpretaciones. Norma pacientemente enrolla publicidades de hipermercados y otros, y los transforma en unos planos ópticos que funcionan casi a modo de caleidoscopio. Pupi hace de materiales diversos y heredados, compartidos y desechados, unas piezas que se dejan atravesar por el aire, tanto si penden del techo como si dejan ese glamour en pequeños zapatitos de mujer. En Ofelia, en todo su esplendor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario