Dos versiones de una obra maravillosa que toman el concepto de trama y lo llevan a diferentes interpretaciones. Norma pacientemente enrolla publicidades de hipermercados y otros, y los transforma en unos planos ópticos que funcionan casi a modo de caleidoscopio. Pupi hace de materiales diversos y heredados, compartidos y desechados, unas piezas que se dejan atravesar por el aire, tanto si penden del techo como si dejan ese glamour en pequeños zapatitos de mujer. En Ofelia, en todo su esplendor.
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