Muchos encuentros en la vida no pasan de ser fugaces, en cambio Ofelia y sus dos gerenciadores, Alejandro Rodríguez Pinto y Pablo Rojas, fueron compañeros de sueños, remadores y atentos responsables de proyectos que fueron evolucionando a lo largo de dos años fructíferos.
Pero necesito reflexionar acerca de esta situación y compartirla con quienes frecuentan este blog.
Tanto éste como otros proyectos culturales y recreativos en Argentina, sufren de los vaivenes que padecen porque nuestro país no promueve emprendimientos culturales con algún tipo de protección, impositiva o del estilo, que haga que una iniciativa privada evolucione y sea sostenible en un tiempo razonable. Ofelia se ahoga financieramente a partir de un desmesurado reclamo de alquiler por parte de los dueños del inmueble. Y se vuelve insostenible para todos, en un año, sobre todo, a partir de la mitad de 2012, que fue muy regresivo en materia de inflación real.
Nos deja una cierta tristeza y tal vez, por qué no decirlo, impotencia, frente a lo que se puede leer como una condición del mercado inmobiliario, que da todo el poder al propietario para imponer condiciones leoninas frente al esfuerzo de muchos que intentan configurar otro aire dentro del panorama de gastronomía y arte de esta Buenos Aires, cosmopolita y fecunda en buenas ideas.
Estas son cuestiones importantes, poco lobbiadas por quienes estamos frente a estas proyecciones culturales. Hay sectores de la economía que se mueven dentro del espacio de oferta cultural, que han logrado hacer valer ciertos derechos, como empresarios teatrales o asociaciones de actores. Tenemos muchos baches legislativos para amparar este tipo de proyectos culturales híbridos y nos tomamos poco tiempo en invertir en lobbys, tal vez porque en el fondo aceptamos condiciones como parte de una costumbre arraigada. La agenda política tampoco tiene en cuenta trabajar por estos proyectos "menores" pero es cierto que nos falta madurez para encarar aquello que consideramos valioso como una actitud de vida que mejore las condiciones en las que se mueven nuestros esfuerzos.
Más este es un comienzo de año, se estima que esperanzado como todo inicio.
Quiero agradecer especialmente a quienes estuvieron agitando la escena en nuestra compañía, usando el espacio instalado con relieve artístico y ayudando a configurar el mito de que donde pasa el arte y los actores, siempre queda un sabor delicado que transforma el aire, sea cual fuere el destino de aquella casa amistosa donde nos encontramos tantas veces.
Pasaron por esas bellas paredes artistas consagrados, históricos, emergentes, agrupados en talleres, amparados en empresas que los patrocinaron, innovadores, promotores de nuevas perspectivas para los modos instalados del pop, la performance, el arte interactivo, la fotografía, la pintura, el grabado, el arte textil, el conceptualismo, el origami y el cruce entre arte y tecnología.
Siento plenitud cuando los pienso, porque son contemporáneos. Algunos nos dejaron en 2012 para emprender otro ciclo. Muchos otros están activos haciendo cosas poderosas y valederas. Con todos ellos fue posible armar un gran ciclo de artes visuales que tenía mi impronta dentro de un espacio especial.
Estaremos cerca siempre, aunque busquemos otros escenarios para renovar ese encuentro.
3 comentarios:
Lamento profundamente que una propuesta cultural tan importante,generosa e innovadora llegue a su fin por los motivos expuestos. Gracias Ofelia y Pilar, por su generosidad, y su capacidad, y estoy seguro que gracias a ellas podremos seguir contándonos entre sus amigos para una nueva oportunidad de encuentro. Mucha luz para Uds y recordemos que todo cambio es para mejor. Y aún falta lo mejor.
Abrazo
Julio C. Pereyra
Una pena grande por el alto esfuerzo y gran talento de todos los que hicieron vibrar esos cimientos y nuestros corazones con arte del bueno y máxima creatividad.
Pilar, seguramente nos encontraremos en otro lugar con la misma energía y alegría de seguir celebrando la imaginación que los más dotados brindan generosamente.
Será hasta muy pronto y cuando alguna puerta se cierra, no dudo que muchísimas más empezarán a abrirse con tu empuje y profesionalismo.
Es como vos decís, el país no acompaña ni promueve determinados segmentos culturales pero no perdamos las esperanzas que ya llegará el día en que acompañen a estos artistas que sólo pretenden donarnos su genialidad.
Te agradezco que siempre me incluyas en estas propuestas que disfruté mucho y enriquecieron mi espíritu.
Beso grande
Graciela Ábalos
Ofelia se habia convertido casi en mi segundo hogar: alli hice mi primera muestra individual, me encontre con amigos, fui a maravillosas obras de teatro, asistí a excelentes exposiciones y celebré mi último cumpleaños.
Era, es, una propuesta creativa, generosa, abierta. Espero que pueda prolongarse en nuevos proyectos. Muchas gracias, Ofelia, Pilar, Alejandro, Pablo... Y grandes abrazos a todos y cada uno de ustedes.
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